Las 72 horas que figuró como fallecido el prófugo dueño de la casa de Sarratea y financista de la campaña de Pedro Castillo, Segundo Alejandro Sánchez Sánchez, deben tener consecuencias a varios niveles.
En el transcurso de las horas, y luego de la milagrosa vuelta a la vida de Sánchez Sánchez, los ministros de Justicia y Trabajo, Félix Chero y Alejandro Salas, respectivamente, así como el titular de Salud, Jorge López, coincidieron en culpar de esta vulnerabilidad, que dio espacio para que un prófugo de la justicia pueda hacer lo que quiera pues las alertas que pesaban en su contra estaban desactivadas, al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).
Ante esto, la jefa de dicha entidad, Carmen Velarde, brindó una conferencia de prensa donde reveló la desidia del Ministerio de Salud y su titular para poner coto a esta situación que, según la propia funcionaria, fue puesta en conocimiento del Ejecutivo hace varias semanas.
Y, como siempre, justos pagan por pecadores. La solución de Reniec ha sido desactivar la potestad para registrar de oficio las defunciones y ahora este trámite deberá hacerse de manera presencial.
Urge una reestructuración del Sistema Informático Nacional de Defunciones para que no se vuelva a hacer mal uso de él ni beneficiar a un prófugo de la justicia.