Es hora de enfrentar la realidad: CORPAC, la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial, se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo del transporte aéreo en el Perú. La gestión estatal de nuestros aeropuertos ha demostrado ser ineficiente, costosa y hasta peligrosa. Los incidentes recientes en varios aeropuertos del país, desde demoras innecesarias hasta problemas de seguridad, han dejado claro que la administración pública no está a la altura de las necesidades de una industria tan vital como la aviación. La privatización de CORPAC significaría una reducción significativa del gasto público. Actualmente, mantener sus planillas doradas y garantizar su funcionamiento absorbe una porción considerable del presupuesto nacional, recursos que podrían ser destinados a otras áreas urgentes como salud, educación y seguridad. Al transferir la gestión a manos privadas en competencia, el Estado se liberaría de esta carga financiera, permitiendo una reorientación de los fondos hacia sectores más necesitados. No podemos ignorar los beneficios adicionales de la privatización en términos de seguridad y modernización. Las empresas del sector aeroportuario están mejor equipadas para implementar estándares internacionales y adoptar las últimas tecnologías en seguridad y gestión aeroportuaria. Esto no solo reduciría los riesgos de incidentes como los que hemos visto recientemente, sino que también elevaría la competitividad de nuestros aeropuertos a nivel regional e internacional. Si queremos avanzar en conectividad, reducir riesgos y fortalecer el turismo es necesario debatir públicamente la privatización de CORPAC y de ser posible, llevarla a cabo cuanto antes.