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Pasados algunos días de lanzada la propuesta del presidente Martín Vizcarra para recortar su mandato y el del Congreso vía referéndum, habría que preguntarnos si era necesario que Palacio de Gobierno genere este terremoto político luego de que una de sus propuestas de reforma no fue aprobada tal como esperaba, sin considerar que el Legislativo tiene la autonomía constitucional necesaria para modificar o rechazar cualquier planteamiento del Ejecutivo.

Estamos en medio de una gran turbulencia que podría traer severos problemas económicos a un país con un producto bruto interno frío y que difícilmente llegará al 3.5% previsto por el Gobierno, y todo porque la propuesta relacionada con la inmunidad de los congresistas -la cual en mi opinión debería ser eliminada- no fue aprobada tal como salió del Poder Ejecutivo. ¿Valía la pena? ¿Meses de incertidumbre e inestabilidad por esto?

Un presidente, aún en una democracia con equilibrio de poderes, es el jefe del Estado, y como tal debe actuar con cabeza fría y responsabilidad ante el país y sus ciudadanos, incluso en un ambiente de confrontación política. El Mandatario no ha debido claudicar en la búsqueda de consensos, por más que la reforma sobre la inmunidad parlamentaria no haya salido como quería y que la gente en la calle le pida cerrar este desastre de Congreso que, pese a todo, es legítimo.

Había motivos para procurar algo de estabilidad política, a fin de hacer frente a problemas que no van a ser solucionados con las reformas propuestas desde hace un año por el Ejecutivo. La lucha decidida contra la delincuencia y la anemia, la reconstrucción del norte y apuntalar la alicaída economía, entre otros aspectos, pudieron cohesionar incluso a las posturas más distintas. Acá el presidente Vizcarra o su premier pudieron cumplir un gran rol concertador.

De otro lado, queda por ver si la propuesta de recortar el mandato presidencial y del Congreso contó con la aprobación del Consejo de Ministros. El titular de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos, dice que sí, pero el premier Salvador del Solar afirma otra cosa. Lo que sí queda claro es que la vicepresidenta Mercedes Aráoz no fue informada ni por cortesía, y que hasta el momento la propuesta verdadera, en blanco y negro, no se conoce.