En los últimos 20 años, el Perú logro convertirse en la economía de mayor crecimiento en América Latina, creciendo por encima del 4% de su PBI potencial en promedio. Gracias a la estabilidad macroeconómica y la apertura económica consolidamos grado de inversión y 22 acuerdos comerciales con 56 países de mayor nivel de comercio y producción. Nuestro país se integró al mundo y demostró que la economía social de mercado y la estabilidad son un activo de primer orden.

Sin embargo, también quedó una tarea inconclusa: la descentralización y la integración económica y social de los peruanos no era una realidad. Tampoco hemos logrado que este crecimiento se transforme en un desarrollo para las regiones. El Perú pasó a representar una de las economías más centralizadas de América Latina, junto con Argentina.

Esta realidad se expresa en un centralismo que asfixia a las economías de las regiones, al punto que Lima pasó a representar el 43% del PBI nacional y 60% del PBI Industrial. La pobreza en las regiones con menor nivel de industrialización pasó a ser superior al promedio nacional (25.5%). Más de 11 regiones superan este indicador.

Debido a ello, el país tiene un nuevo gran desafío: abatir el centralismo, integrarse, no solo al mundo, sino a sus regiones; llevando al norte, sur, centro y oriente del país los beneficios del desarrollo sostenible y de la integración al comercio exterior.

Al igual que el mundo vivió la reconstrucción de Europa con el Plan Marshall o la integración de Alemania Oriental para unir las dos Alemanias, pienso que el Perú tiene una tarea de primer orden: aplicar un shock productivo y de infraestructura en las regiones.

En este sentido, la Sociedad Nacional de Industrias sintió la necesidad de delinear una estrategia para el desarrollo productivo y la promoción de inversiones regionales. Tarea titánica pero prioritaria para homogenizar nuestro país, consolidar nuestra nación y generar empleos y oportunidades para la población.

El resultado de este esfuerzo es el libro “Perú Regiones al 2031″, un documento que reúne propuestas de empresarios, emprendedores y la academia de todas las macrorregiones para impulsar la actividad industrial, la producción e identificar la infraestructura necesaria para cambiar la realidad económica de las regiones. Una guía de desarrollo de inversión productiva para nuestras regiones.

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