Durante el debate del voto de investidura para el Consejo de Ministros presidido por Mirtha Vásquez, muchos parlamentarios hicieron hincapié en que el presidente Pedro Castillo ya no es el candidato de un partido político, sino el representante de todos los peruanos y, por lo tanto, su gestión debe apuntar hacia la búsqueda de consensos y a mejorar la calidad de vida de los peruanos y peruanas.
Esto pasa no solo por “apagar incendios” ni instalar mesas de diálogo cada vez que un conflicto social se desborda, sino articular una política general que brinde certidumbre a la ciudadanía y al empresariado.
Lo que también tiene que mejorar la gestión es a quién elige para presidir altos cargos en el Ejecutivo. No pasa un día sin que la prensa dé cuenta del nombramiento de alguien con serios cuestionamientos en los distintos niveles del gobierno.
El presidente está a tiempo de cambiar el rumbo. Ya sus “socios” dijeron que llegó al poder por pura “casualidad” y lo calificaron como un “sindicalista básico”, así que no entendemos por qué se les debería seguir brindando algún espacio en la gestión. Esperamos que el anunciado mensaje por los 100 días de gobierno permita marcar un antes y un después en la presidencia de Castillo.