La liberación del expresidente Alberto Fujimori es inminente. El indulto se está cocinando; solo le falta un hervor. Quien lo está consiguiendo contra viento y marea es Kenji, el hijo menor del “Chino”, aunque esto le cueste la expulsión de su propio partido, como ya lo han anunciado algunos voceros del fujimorismo, como Salaverry, Alcorta, Reátegui, Galarreta, etc.

Es posible que algún asesor de Keiko le haya dicho que a ella no le conviene la liberación de su padre, ya que pierde poder e irremediablemente quien lo gana es el propio expresidente, y también su hermano.

Ahora con el “Chino” afuera viviendo con Kenji -que es soltero-, el escenario es otro. Muchos congresistas que nunca lo visitaron ahora irán a ver al “líder histórico”, como lo llama su hijo, y hasta le llevarán regalos, y esta dupla tomará poder y más poder, al extremo que podría tener más ascendencia que su propia hermana.

La comisión que juzgará a Kenji, en la que están Karina Beteta, Úrsula Letona y Luz Salgado -que deben estar con la cabeza caliente-, seguro ha recibido la orden de Keiko de expulsarlo, y la votación puede ser dos a uno: Beteta y Letona por la expulsión y Salgado por el perdón. Pero si en el futuro Kenji termina ganando la candidatura, ninguno de los que lo han juzgado e insultado será candidato al Congreso.

Así están las cosas en la tienda “naranja”, mientras Kenji se maneja tranquilo y sonriente. Parece que ya aprendió el arte de la política.