Lo que el gobierno ha planteado a los colegios bajo el nombre de “educación a distancia” es “escolarización a distancia”. Es decir, tomar la escuela con su estructura tradicional para que se desarrolle en casa, manteniendo todos sus paradigmas sobre currículo, asistencia, tareas, trabajos, evaluación, “lo más y mejor posible”. Los colegios más equipados, se acercan más a ese “óptimo”.
Paradójicamente, el mensaje del Minedu a los profesores es que limiten las competencias a las que crean posibles de lograr, olvídense por ahora de la evaluación, concéntrense en lo que los alumnos aprendan y mantengan la continuidad escolar. A los niños más vulnerables que no tienen acceso a laptops (o al menos tabletas) e Internet les han ofrecido hacérselos llega en julio.
¿No es acaso todo eso el fundamento para una transformación educativa que podría realmente significar un paso adelante en la educación peruana? Es decir 1) Traducir el concepto de equidad para incluir el derecho de todo niño a poseer una laptop con acceso a Internet dada por el estado junto con su matrícula escolar. 2) Reformular el currículo para que gire en torno a lo que los profesores sienten que los alumnos pueden y quieren aprender y no lo que el Ministerio antojadizamente demanda para todos por igual. 3) Desestandarizar la educación para que sea personalizada incluyendo los aprendizajes de los alumnos. 4) Integrar la realidad como objeto de estudio y aprendizaje interdisciplinario por parte de los estudiantes.
La crisis es la madre de las oportunidades para la innovación. No paguemos el precio del covid19 por gusto.