Hoy la presidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra, pronunciará su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias ante un país que no tiene mayores expectativas de lo que ella diga, o deje de decir, en el Parlamento Nacional.
En 203 años de historia republicana, pocas veces hemos estado ante un Ejecutivo que no gobierna sino que se debe a un Legislativo, con el que no se enfrenta, como única estrategia para mantener la ilusión de poder que ostenta.
Ante la vacuidad de lo hecho durante este año, y en general desde que asumió el poder en reemplazo del fallido golpista Pedro Castillo, la única esperanza que se tiene respecto al mensaje de Boluarte es que esta vez, al menos, no dure más de tres horas como el del 2023.
En su Mensaje a la Nación por el 203 aniversario de la Independencia del Perú, Boluarte intentará distraernos con frases cliché y lugares comunes, cual chispazos de fuegos artificiales, pero nada borrará que su gestión sea vista como carente de liderazgo y ella como una presidenta secuestrada por el Congreso.
Solo esperamos que no anuncie medidas demagógicas, como el mentado aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV), trenes de cercanías y megaobras sin mayor sustento; ya que la economía del país se está recuperando y no es gracias a su gestión ni a sus ministros.