El presidente Pedro Castillo ha arrojado ayer un misil a las inversiones, la reactivación económica, la legalidad y la credibilidad del país y de sus propios ministros al plantear una ley para “estatizar o nacionalizar” el gas de Camisea, algo que no fue mencionado durante su presentación ante el Congreso por la premier Mirtha Vásquez, y que va en contra de lo sostenido días atrás –y de manera expresa– por el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke.
Si algún inocente creía que tras la salida del impresentable Guido Bellido del Poder Ejecutivo y del amague de pleito con Vladimir Cerrón y parte de la bancada de Perú Libre, el mandatario había entrado en un proceso de “moderación” y de viraje al “centro”, ahí lo tienen de nuevo con esta propuesta digna de su incendiaria y absurda campaña electoral, cuando se mostraba dispuesto a convertir el Perú en Cuba, Venezuela o Corea del Norte.
No olvidemos que apenas el fin de semana último hemos sabido que el asesino de policías Antauro Humala, a quien Castillo ofreció indultar durante la campaña, ha recibido el tremendo premio de ser trasladado del rígido Penal Ancón I al vecino Ancón II, donde las restricciones a los internos, en su mayoría primarios y de baja peligrosidad, son mucho menores. ¿Primer paso para sacar en libertad este radical que en las elecciones apoyó a Perú Libre?
Pero volviendo al asunto de Camisea, lo dicho por el jefe de Estado es muy peligroso para el país. Está apelando al demagógico argumento de que es necesario que el gas llegue a todos los peruanos, lo cual es cierto y depende del Estado, para traerse abajo un contrato con rango de ley. Además, si el gobierno habla de “estatizar o nacionalizar”, ¿de dónde va a sacar los miles de millones de dólares con los que tendría que indemnizar al consorcio privado afectado?
¿De qué valen los discursos y las palabras de Vásquez y Francke, la salida de Bellido del gabinete o la ratificación de Julio Velarde en el Banco Central de Reserva, si en Palacio de Gobierno tenemos al más grande pirómano y desestabilizador? Lo dicho ayer por el presidente Castillo respecto a Camisea, es la mejor muestra de que este caballero es un experto en sabotearse a sí mismo, a su gobierno y también, lamentablemente, al Perú que cometió el error de elegirlo.