Cuando Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, decidió presentar la candidatura del Perú para que fueran exentos sus ciudadanos de la visa Schengen -corría el mes de agosto de 2013-, todo parecía lejano. El tramo más difícil se había logrado: que se produzca la decisión política de aceptación del pedido español prácticamente al año siguiente. Lo demás realmente era más fácil, dado que se refería a una fase técnica y de instrumentalización que terminaría en un acuerdo, el mismo que será firmado el próximo lunes 14 de marzo y que por cierto pudo haber sido firmado por nuestro embajador extraordinario y plenipotenciario en Bruselas, toda vez que el presidente Humala ya ha participado en otros momentos importantes, como los de carácter político sustantivos. En fin, mientras continúan extendiéndose los primeros 5000 pasaportes biométricos, lo cierto es que a partir del 15 de marzo podremos viajar al Viejo Continente sin el requisito de la referida visa; sin embargo, sería bueno juntar una buena bolsa, porque en la práctica siempre habrá requisitos que cumplir. Recordemos que la Unión Europea no nos está otorgando carta abierta para ingresar en el territorio Schengen, por lo que resultará facultativo para sus Estados miembros determinar quién sí ingresa y quién no. Cuidemos, y mucho, la exención, que ha costado un arduo trabajo de negociación a nuestros diplomáticos. Quizás una consecuencia inmediata por la ley de la oferta y la demanda se verá en la caída de los precios de los pasajes. Ello también sucederá con los actuales paquetes turísticos hacia el Caribe, Miami u otros espacios para vacacionar, debido al mayor número de destinos que aparecerán en el mercado turístico.