Hace algunas semanas, durante una entrevista que dio para el magacín “América Hoy”, Christian Cueva repetía una y otra vez que no estaba acostumbrado a hablar con un programa que se dedicaba a tocar temas de farándula, porque él, y lo decía con cierto desprecio, “no pertenece a ese mundo”.
El futbolista, olvidaba que él mismo había hecho todos los méritos para ser considerado un personaje más del ambiente que le causa cierta repulsión, y tal parece, que cada vez más, los futbolistas se esmeran en ser uno más de los que se habla de su vida privada, que la de la profesional. ¿Alguien obligó a Cueva que se involucrará con mujeres relacionadas con el espectáculo? Pues no, el deportista solito se puso el cascabel, que permitió que tiempo después se supiera de sus encuentros furtivos al margen de su matrimonio.
Él mismo decidió luego redactar comunicados, dar entrevistas y sobre todo. generó los escenarios que fueron el origen de sus recientes conflictos familiares. Antes de culpar al mundo de sus desgracias, Cueva y algunos de sus colegas, deberían darse cuenta que si desean que no se les critique por sus vidas privadas, deberían tratar de manejarlas de una forma mucho más discreta, pero eso es mucho pedir.
Aunque, en estos tiempos de plataformas y redes sociales, ya no solo los que generan sus escándalos en la vida real, son la comidilla de los medios especializados en la industria del entretenimiento. Veamos lo sucedido recientemente con Paolo Guerrero, cuya telenovela relacionada con su contrato con César Vallejo corrió paralelamente con la historia de su pareja Ana Paula Consorte y sus publicaciones, fotos y comentarios sobre su incomodidad de que el peruano se mudara a Trujillo. Hay quienes se quejan de intromisión a su vida privada, cuando ellos mismos suben a sus cuentas todos los detalles de las penas, alegrías y tribulaciones en su vida privada y familiar: convirtiéndolas así en un hecho público. Nuestros representantes del deporte más popular en el mundo tendrían que estar conscientes que, si ellos ponen sus vidas al alcance de la mano, estas inmediatamente, gracias a un click, se difundirán por el mundo y lo ideal es que aplaudamos sus logros profesionales y no con quién tienen una relación extramatrimonial o si es que viven un conflicto con su pareja.