A los chinos les podremos culpar por nuestra crisis sanitaria y hasta de la económica, consecuencia de la anterior. Pero de la crisis moral de nuestra política, no hay otros responsables que nosotros mismos. Pero veo que la mayoría de los peruanos no simpatiza con partido político alguno (de los actuales) y que las caras de los candidatos por quienes se pregunta en las encuestas siguen siendo más de lo mismo. Del periodismo “de color”, el que se pone una camiseta, no hay mucho que exigir, salvo que no lo esconda, para que nadie se sorprenda sabiendo el color del cristal a través del cual interpreta la realidad y el proyecto que promueve. Pero hay otra prensa que se presenta a sí mismo –aunque no siempre lo consiga con éxito- como independiente, libre de ataduras ideológicas, partidarias, económicas o religiosas. A ésta si se le debe exigir una labor más preventiva y sanadora ante la enfermedad moral política. Dejar un poco el periodismo fáctico y básico para otras plataformas y abocarse al análisis y contexto que prepare mejor al ciudadano en decidir. Este es un periodismo caro porque demanda profesionales mejor preparados y de cualidades personales que no abundan. Como en la relación de calidad del docente y sus alumnos, siempre habrá una correspondencia entre la calidad del medio de comunicación y su público. Seleccionar y tener a los mejores estudiantes atraerá profesores de mayor nivel y ahuyentará a los mediocres. En teoría, esa es la mecánica que se debería imponer en una meritocracia en la que la calidad de los ciudadanos coloque a los mejores gobernantes. ¿Qué significa que una parte significativa del electorado extrañe el gobierno de alguien condenado por secuestro, por homicidio y corrupción? ¿O que otra opción sea alguien investigado por lavado de activos de un partido acusado de crimen organizado? Lelo tiene otros sinónimos que no suenan bien por su énfasis ofensivo, pero es un adjetivo preciso para el que no se entera de lo que ocurre, o de lo que se dice, por distracción, falta de viveza o falta de inteligencia, dice el diccionario.