La gravedad de la crisis que afronta el mundo provocada por el Covid 19, es mayor en nuestro país. Primeros en letalidad, últimos en crecimiento económico, sumado a ello el incremento de la deuda pública. Según la titular del MEF, el déficit fiscal para el 2020 será de 10.7% del PBI y se espera se reduzca a 6.2% en el 2021. No obstante, es preocupante que haya señalado que el déficit se aproxime al 1% recién en el 2026. Se estima que la deuda pública, en seis años estaría encima del 37% del PBI. Antes de la pandemia estaba debajo del 30% del PBI.

Como si no tuviéramos suficiente, afrontamos la vergüenza de ver involucrado al presidente de la República en una confabulación delictiva, donde se busca obstruir la justicia y peor aún mentir al país, sosteniendo que no hay nada ilegal en los audios, de los cuales ya tenía conocimiento 40 días atrás y no dijo nada. Acusa complots, cuando los dirige en contra de la justicia.

Resulta hilarante que, en medio de la peor crisis republicana, el gobierno busque culpables para evadir responsabilidad. En la introducción del libro “Pandemonio”, redactada por Carlos Meléndez, se señala: “El presidente de la República ha demostrado ser un buen político, pero un mal gobernante” …, “es difícil encajar responsabilidades y complicado distinguir las causas estructurales y las de gestión política que hacen inteligible las razones del desastre que atravesamos. Sin embargo, la lectura predominante en Perú ha puesto énfasis en la histórica precariedad estatal como la culpable de la catastrófica respuesta estatal”.

La negación permanente de la verdad y la pérdida del pudor del gobierno, con la versatilidad de sectores y algunos medios de comunicación, nos recuerdan un fragmento del discurso en el Politeama de julio de 1888 redactado por don Manuel Gonzales Prada, cuando señalaba: “La historia de muchos gobiernos del Perú cabe en tres palabras: imbecilidad en acción; pero la vida toda del pueblo se resume en otras tres: versatilidad en movimiento”. Podrá continuar en funciones, pero su gobierno acabó para la honradez y decencia.