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Durante los últimos años, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) han desarrollado un trabajo interesante para detectar a aquellas personas que ante la cercanía de elecciones realizan el cambio de domicilio con la intención de favorecer con su voto a determinado candidato a la alcaldía de una jurisdicción. Esto ocurre, por lo general, en localidades pequeñas, donde mover a ciudadanos de un lugar a otro para sufragar resultó un negocio que atenta contra la voluntad de los pobladores de una determinada zona.

Detrás de estas burdas maniobras políticas están personajes que, a como dé lugar, buscan cargos públicos para luego pagar favores a quienes actuaron como protagonistas del “voto golondrino”, en especial en el tráfico de terrenos y otros negociados.

Tal modalidad oportunista se vio en las últimas elecciones y los organismos detectaron varios casos, actuando de manera oportuna para retirar de los padrones de ciertas jurisdicciones a ciudadanos que intentaban sufragar donde no les correspondía y que con su voto distorsionaban la voluntad popular.

También hay autoridades “golondrinas”: gobiernan en un distrito cuando ni siquiera viven allí.

En Yanahuara, Arequipa, en las últimas horas el ciudadano Jorge Moisés Rosas Ramos hizo historia. Fue regidor por 5 días y el pleno del concejo lo vacó de su cargo por trasladar su domicilio al Cercado.

Rosas reconoció su error y aceptó la decisión de sus colegas, quienes cumplieron con su fiscalización al amparo del artículo 22, inciso 5, de la Ley de Municipalidades, que señala: “Alcaldes o regidores que registren su domicilio fuera de la jurisdicción donde son autoridades pueden ser vacados”.

Si un ciudadano es elegido para ayudar en el gobierno de su distrito o provincia, entonces lo lógico es que resida allí y no se vaya a otro lugar.

De estos casos hay varios en Arequipa, como en el resto del territorio nacional.