El último lunes, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, estuvo en Huancayo para encabezar la conferencia de prensa en la que luego se informó sobre la desarticulación de la banda “Moshe y la Gran Familia del Centro”, una organización criminal dedicada a la apropiación ilícita de terrenos de personas humildes en el Valle del Mantaro. Esto ha causado conmoción en el centro del país, porque los afectados son muchos comuneros que tenían como único recurso algún terreno.

La banda era integrada por abogados, policías y trabajadores municipales. Hasta el momento han caído 18 personas, pero todo hace suponer que son más de 40, entre ellos algunos altos funcionarios de municipalidades del centro del país.

Es evidente que el trabajo de la Policía Nacional del Perú ha sido eficaz. Luego de siete meses de investigaciones se logró el objetivo. “Este es el operativo número 57 y hasta ahora no se han usado armas; agarramos a los responsables con los pantalones abajo”, dijo Carlos Basombrío para graficar este nuevo golpe a la delincuencia.

La red criminal obtuvo más de 12 millones de soles con el tráfico de terrenos. Es necesario meter a la cárcel a todos los involucrados con esta mafia, pero también seguir con las investigaciones y que el Ministerio Público y el Poder Judicial hagan justicia con los pobladores estafados y despojados de sus bienes.

Habrá que lidiar con la impaciencia de las personas, que ya iniciaron una serie de protestas ante las autoridades. La sensación de inseguridad las acompaña y por eso piden la captura de todos los facinerosos, porque temen que los que están libres sigan con el método de usar documentos falsos para quitarles sus terrenos.