La cuarentena se alarga oficialmente y es muy probable, que, hasta que no haya una vacuna disponible a gran escala, tendremos que acostumbrarnos a un régimen mixto, pasando de cuarentenas más o menos estrictas a una movilidad controlada. Entonces, es importante desarrollar habilidades para mantenernos emocionalmente saludables en medio de este cambio y nueva normalidad.

Lo primero que necesitamos hacer es aceptar nuestros sentimientos. La negación es un mecanismo de defensa muy común, pero no nos sirve de mucho. Muchas personas están sintiendo dosis elevadas de ansiedad y tristeza, lo cual es completamente comprensible, dada la circunstancia y la incertidumbre que sentimos. Además, no estamos lidiando solo con nuestra ansiedad, sino recibiendo mucha información emocionalmente tóxica desde los medios de comunicación, a nivel mundial y en tiempo real.

Aunque en la vida nada es realmente certero, ya que nadie tiene la vida asegurada, las personas buscamos estabilidad y seguridad. En medio de esta crisis sentimos que hay demasiadas cosas fuera de nuestro control, lo cual es real. Pero también es verdad que sigue habiendo muchas cosas que sí podemos controlar, como la estructura de nuestros días.

La rutina siempre es importante, pero en cuarentena muchísimo más. Levantarse a la misma hora, hacer ejercicio, bañarse y cambiarse, organizar menús saludables, establecer horas fijas para limpiar la casa, cuidar nuestro sueño y acostarnos a la misma hora, etc. También podemos controlar a cuánta información nos exponemos diariamente. Está bien informarse, pero escojamos fuentes fiables y limitemos nuestra exposición para proteger nuestra salud mental. Personalmente, recomiendo ver al Presidente Vizcarra en sus mensajes a la nación todos los días a las 12. Es más que suficiente. De lo que se trata es de tener empatía. Tratémonos con cariño, seamos flexibles, tolerantes y amorosos, con nosotros mismos y con los demás. Estamos viviendo una situación extraordinaria, tomémoslo como una oportunidad para activar lo mejor de cada uno de nosotros y construir juntos, una sociedad más equitativa y amable, donde todos tengamos un buen lugar.