Por muchos años la izquierda latinoamericana buscó golpear el proceso privatizador que vivimos varias naciones en la década de los 90.
Su relato es increíble: “el Estado puede ser empresario”, algo que para todos nosotros es una gran mentira.
Sin embargo, hay que reconocer que muchos gobiernos han sido suficientemente tibios como para ceder y darle poder a los socialistas y zurdos.
Es así que, luego de ser los líderes del proceso privatizador en los 90s, hoy mantenemos a muchas empresas públicas en el marco del fracasado FONAFE.
El dinero de la gente, ese que se recolecta vía impuestos, no puede seguir siendo utilizado en mantener planillas doradas, oficinas sanisidrinas y consultorías millonarias. Hay que tener prioridades y por eso creo que llegó: ¡La Hora de Privatizar!
Empezando por la sobreendeudada y corrupta Petroperú, que ya demostró su fracaso en el mercado y su nula contribución a fortalecer la reducción de los precios del combustible local, es momento de decirlo con todas sus letras: hay que privatizar CORPAC.
Esa empresa que nos cuesta más de 120 millones de soles a los peruanos, es en realidad una mafia de burócratas millonarios que no compiten con nadie y los cuales son responsables de la pérdida de competitividad turística del país en los últimos dos años.
De igual forma, no podemos negar la posibilidad de privatizar SERPOST y ENACO que deben ser empresas competitivas administradas por capitales peruanos privados. Es la hora de confirmar que el Estado no debe ser empresario y que necesitamos políticos con claridad para enfrentar los desafíos de estos tiempos.