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Una de las preguntas centrales que muchos se hacen luego de conocerse recientemente que un juez federal de Manhattan ha condenado a 3 años de cárcel efectiva a Michael Cohen, exabogado del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, es si las imputaciones que lo han llevado a su reclusión podrían impactar en el futuro del mandatario. Cohen, quien fue abogado de Trump, ha sido condenado por evasión de impuestos, formular declaraciones falsas a una institución financiera, efectuar contribuciones de campaña ilegales y lo que es más grave para la justicia estadounidenses: mentir esta vez al Congreso. Sin embargo, a Cohen se le ha imputado sobornar a dos mujeres por supuestamente mantener relaciones adulteras con Trump y por haber mantenido coordinaciones con los rusos por la trama moscovita que habría coadyuvado a la victoria de Trump en las elecciones de 2016. Aunque todo sigue su curso con intensas investigaciones, se ve muy difícil que Cohen pudiera comprometer al presidente Trump por más que lo quisiera, por lo menos mientras sea jefe de Estado. Trump no es ningún cándido como para no advertir que sus opositores le han puesto la puntería para menoscabarlo, más aún si todo parece indicar que el mandatario neoyorquino en el fondo tendría resuelto presentarse a la reelección. Desde el realismo político, se ve remoto que los demócratas pudieran acorralarlo como para llevarlo a un juicio político o impeachment, pues aunque hayan recuperado el poder en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre pasado, cualquier eventual decisión para un juicio político contra el mandatario estadounidense siempre terminará en el Senado, que aún es controlado por los republicanos. El caso del abogado Cohen no es un asunto de Trump, pero igual los opositores del presidente lo usarán intentando neutralizarlo hasta el final de su gobierno. El propio Cohen, cuya relación con Trump es un asunto acabado, buscará convencer a la justicia y a la prensa de su país que el magnate sí tenía que ver en los sucesos que han terminado encarcelándolo.