Tumbes ha cumplido ayer 195 años de creación política, pero parece que aún no termina de crearse. Como en la mayor parte del país, siempre hay cosas por hacer, pero en esta zona fronteriza el panorama como ciudad se distancia aún más del entusiasmo de sus pobladores.

En mi opinión, Tumbes tiene la playa más bonita del país: Zorritos. Al día recibe cientos de turistas, en su mayoría, los ecuatorianos y sus apetecibles dólares. Es una zona obligatoria de tránsito para el comercio -también ilegal-. Sin embargo, a pesar de lo mucho que tiene para ofrecer la región no es bien tratada por el Estado.

Ya sé que siempre recurrimos al Estado para echarle la culpa de todos nuestros males. Pero, en esta oportunidad, han sido las personas que representantes al aparato público quienes le han robado a la gente la dicha de seguir creciendo como región.

Se han portado mal con Tumbes al ocultarle la verdad. Si bien la gente también tiene la culpa por elegir mal a sus autoridades, el Estado no ha vigilado esta zona de manera adecuada. ¿Cómo es posible que autoridad que es condenada, nunca sea atrapada? Eso parece un eslogan de mal gusto, pero es real.

La zona es crítica con el latente fenómeno El Niño. Hasta hoy acaba el estado de emergencia por prevención, pero las fiestas de fin de año arrasaron con la agenda política y era la hora de los regalos para la campaña electoral.

Son 195 años de pereza gubernamental para cepillar y barnizar su natural puerta de ingreso al país. Esperemos que algún candidato presidencial tome en cuenta a esta región y le ofrezca más de una página en sus propuestas electorales.

TAGS RELACIONADOS