El Perú viene atravesando por su peor crisis sanitaria, económica y ambiental, sumándose una crisis moral por los evidentes casos de corrupción que se vienen dando en todas las instancias, desde la Policía Nacional, Petro Perú, el MTC hasta llegar a Palacio de Gobierno. No en vano el 85% de los peruanos y peruanas consideran que hay tanta o más corrupción que antes que asumiera el presidente Castillo.

Así, cualquier ciudadano que ama su país, pensaría que para hacer frente a esta profunda crisis en la que estamos sumidos, quien lo gobierna debería convocar a las mejores personas, en lo técnico y lo moral.

Por ello, es inaceptable que en el Perú, donde 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia psicológica, física y/o sexual en algún momento de su vida y donde 147 mujeres fueron asesinadas en el 2021, por poner algunas cifras escalofriantes, se nombre como premier y ministros de Estado a ciudadanos que han sido denunciados por agredir a una mujer, o que consideran que la violencia contra la mujer es un tema “personal” y no parte de un problema estructural del país que, como autoridades, están llamados a atender de manera prioritaria.

Asimismo, resulta inaceptable que, en esta difícil coyuntura, donde más de 12 mil barriles de petróleo derramados en el mar han dañado su flora y fauna, contaminando las playas y privando a miles de trabajadores de realizar sus actividades; se nombre a alguien sin ninguna experiencia como ministro del Ambiente y; por el contrario, se acepte la renuncia del viceministro de Gestión Ambiental, quien tiene amplio conocimiento y experiencia en estas materias.

Desde el sector pesquero hemos ofrecido apoyo a las autoridades para encontrar soluciones a lo ocurrido en Ventanilla, pero hasta el momento a nadie parece interesar atender las necesidades del ecosistema marino y de miles de personas, en especial pescadores artesanales, que se han visto afectados por este hecho. Los peruanos y peruanas que amamos a nuestro país tenemos que unirnos y evitar que lo Inaceptable se convierta en lo ordinario.