Hay que querer muy poco al Perú y tener muy distorsionado todo concepto de lo que está bien y lo que está mal, como para seguir defendiendo a un sujeto como el hoy presidiario Pedro Castillo, quien no solo es un golpista que pretendió asumir poderes absolutos que nadie le dio, sino que es señalado como el cabecilla de una banda de hampones y sinvergüenzas dedicados a saquear los recursos de todos los peruanos.

Pero incluso hay casos extremos de gente que no solo pide la libertad del golpista y acusado de corrupción, sino que exigen que sea devuelto al poder del que él mismo salió a través del golpe de Estado, quizá el más tonto de nuestra historia, que dio con la complicidad de una pequeña camarilla de personas que tienen bastante suerte por seguir gozando de libertad. Los videos mostrados el domingo por Panorama dan muchas luces sobre la identidad de estos personajes.

Es verdad que Castillo fue elegido democráticamente y que su mandato debió terminar en julio de 2026, de acuerdo a la Constitución. Sin embargo, tras el golpe del 7 de diciembre no le cabe otro lugar que la cárcel. Y eso que encima de su faceta de dictador está la de presunto cabecilla de una red de corrupción, como nos lo ha hecho recordar la audiencia que hubo ayer para que el Poder Judicial evalúe si le da otra orden de arresto.

Castillo nunca estuvo a la altura del cargo y de la responsabilidad, no solo por sus escasas calificaciones y habilidades, sino porque todas las evidencias dan cuenta que desde antes de llegar a Palacio de Gobierno ya estaba dedicado a ver por dónde podía sacar provecho para él, sus parientes, sus paisanos y sus amigos. Hay testigos que hablan de entregas de dinero a manos llenas. ¿Se puede salir en defensa de este sujeto?

El “mejor” argumento para defender al profesor Castillo no puede ser el basarse en el agotado discurso de que “es del pueblo” o el salir a decir que “por primera vez un campesino llego al poder en el Perú”. Eso es una farsa que más bien ofende a muchos peruanos del campo o a los propios docentes que no tienen por qué ser representados por un personaje tan lamentable que debería ser una vergüenza para todos los peruanos.

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