En la madrugada de ayer el Ministerio Público y la Policía Nacional han ejecutado la detención de un empresario y exfuncionarios de Provías Descentralizado que estarían embarrados hasta el cuello en actos de corrupción que implican a un viejo conocido en denuncias de este tipo pero que nadie toca por razones nada claras: el expresidente Martín Vizcarra, a quien ahora acusan de recibir pesadas maletas con dinero en efectivo en Palacio de Gobierno.
El Ministerio Público sindica a Vizcarra como cabecilla de la banda “Intocables de la corrupción” y como el responsable de cobrar parte de los sobornos que pagaban malos empresarios por ejecutar obras licitadas por Provías, lo que no hace más que sumar otro caso de corrupción en que se ve inmerso este personaje al que nadie toca y que incluso se da el lujo de “hacer política” en diversas zonas del país pese a estar suspendido para la función pública, gracias a permisos que le da el “generoso” Poder Judicial.
Pese a todo lo que se sabe hasta ahora de Vizcarra, incluyendo el relato de un testigo que afirma haberle dado plata en efectivo en La Molina, este personaje es el único expresidente investigado por corrupción que jamás ha pisado la cárcel. ¿Por qué será? ¿Quién lo protege? Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo están o han estado adentro, mientras que Pedro Pablo Kuczynski ha purgado largos años de arresto domiciliario debido a su avanzada edad.
Más allá de la “envidiable” situación judicial de Vizcarra, no debe llamar la atención que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) esté nuevamente en el foco de la atención por actos de corrupción cometidos en los últimos años. Parece que la plata con la que cuenta ese sector para obras públicas atrae a como miel a ladrones y sinvengüenzas como los que también vimos con el putrefacto régimen de Pedro Castillo, en que se colocó al prófugo Juan Silva como operador de la Chota Nostra.
Todos los corruptos tienen que pagar ante la justicia, sin distinciones como las que se hacen con Vizcarra, quien hace tiempo debió ser sacado de circulación al menos de forma preventiva, si se tiene en cuenta la severidad con que han actuado el Ministerio Público y el Poder Judicial frente a otros políticos con menos “privilegios”, algunos de los cuales ni siquiera han ocupado cargos públicos como Keiko Fujimori y Nadine Heredia. De verdad, qué “suerte” tienen algunos.