En una coyuntura política convulsionada y muy dividida se necesita de alguien que tienda puentes. Esto no sucedió nunca en los últimos meses y por el contrario hubo más confrontación y disputas. Una de las instituciones más desacreditadas debido a esta situación es el Congreso de la República. Según el último sondeo de Datum, este poder del Estado tiene una desaprobación del 59% cuando en abril era del 20%.
En un país en crisis sanitaria y económica, con demandas de la gente postergadas, con un Gobierno sin respuestas, la polarización entre Ejecutivo y Legislativo le hizo mucho daño al país. La clase política, con el Parlamento en primera fila, volvió a dar muestras de incapacidad para asimilar la gravedad por la que atraviesa el país.
Por su puesto, en la encuesta también quedó mal parado el presidente Martín Vizcarra. Si bien es cierto, mantiene un 60% de aprobación, el 44% sostiene que cometió un delito que merece una investigación fiscal, en el caso “Swing”. En tanto el 41% considera que en su gobierno hay los mismos niveles de corrupción como el de los anteriores. Si a esto agregamos algo que muchos perciben, con respecto a que no tiene capacidad ni liderazgo para solucionar los problemas de los peruanos, el panorama no es tan auspicioso para el jefe de Estado.
Esperemos que este “jalón de orejas” de los ciudadanos los reoriente a actuar de acuerdo a las expectativas de la mayoría.