José Chlimper, candidato a la primera vicepresidencia por Fuerza Popular, partido que encabeza las encuestas, nos contó un chiste en RPP.

Reconoció que el grupo Factor K -financiado por Fuerza Popular-, cuyo fundador postula por la K al Congreso en La Libertad, organizó un evento de hip hop en el Callao, donde a los ganadores se les entregó sobres con dinero; pero el premio lo entregó otra persona, dijo, Keiko no tocó la plata, “la Virgencita la salvó”, remató.

Parece que se acordó de la Virgen que llora, ese psicosocial creado por el binomio Luza-Montesinos con la finalidad de desviar la atención popular para no ver el fondo de las cosas.

Además, sustentaba Chlimper, quien ganó fue un extranjero y, como todos sabemos, él no puede votar, entonces el evento no fue proselitista, argumentó quien no entiende o no quiere entender la ley.

Es muy difícil que el JNE no separe a Keiko de la competencia; hasta el mismo Chlimper actúa de testigo involuntario en la violación flagrante de la ley.

Es verdad que Keiko tiene un respaldo del 30%, pero es verdad también que hay un antifujimorismo mayor aún. Hoy en día los jóvenes se están movilizando de modo voluntario. Autoconvocados por las redes sociales, salen a las calles a protestar, y no son desadaptados, menos terroristas, como alguien dijo.

El 5 de abril, día en que Chile nos declaró la guerra y día en que Fujimori se zurró en la democracia, saldrán en Lima unos 50,000 jóvenes que cambiarán la historia.

Si Keiko la libra, compite y gana la primera vuelta, con toda seguridad pierde en la segunda. El antifujimorismo es muy grande.