La semana pasada, el ministro de Trabajo con la evidente venia presidencial y de manera unilateral (capeando al Consejo Nacional del Trabajo), aprobó un Decreto Supremo a través del cual modificó el reglamento de la “Ley de negociaciones colectivas”. La aprobación de esta norma, en ausencia del debido debate técnico, impone una agenda unilateral de masificación sindical en las empresas que incluye a trabajadores independientes, faculta la huelga sin necesidad de negociación colectiva, la imposibilidad de reemplazar a los huelguistas y obliga a los empresarios a entregar el integro de su información financiera a los sindicatos sin que se fije de manera clara reglas de confidencialidad de dicha información sensible, entre otros. La Constitución de nuestro país ampara la libertad de empresa y también la libertad de trabajo. Nadie está obligado a trabajar donde no quiera y menos en condiciones que no sean las que manda la ley, pero tampoco se puede pretender imponer lo que una empresa esté o no en capacidad de otorgar, bajo extorsión. La libertad es mutua, en todo caso, y así se debe mantener.

Lo cierto es que el Perú, es un país que registra (post pandemia) apenas 20% de trabajadores formales, un enorme 80% de informalidad y un evidente gobierno populista con una clara agenda de destrucción del quehacer privado.

¿Cuál es la real intención detrás de esta medida populista? ¿Quién se ocupa de ese enorme 80% de trabajadores que laboran en las micro y pequeñas empresas fuera de planilla, sin protección social y sin siquiera recibir salario mínimo vital? Lo cierto es que la demagogia de los sindicalistas que hoy han copado el poder, lejos de buscar o ensayar soluciones para la inmensa mayoría de peruanos, lo que está empujando, emulando la dictadura velasquista de los años 70, es el retroceso de la industria, la empresa, y la inversión privada en general, con miras a la evidente contradicción, al enfrentamiento entre peruanos y a la toma permanente del poder. ¿Y si promovemos el “sindicalismo” empresarial y la paralización de la producción? ¡Vayan a trabajar o hagan empresa! Hasta el Che Guevara decía que en la tierra, hacen falta personas que construyan más y que destruyan menos, que prometan menos y resuelvan más.

TAGS RELACIONADOS