Envalentonado por estar ante un auditorio que lleno de ayayeros que gritaban consignas en contra del Congreso y la prensa, y a favor de una ilegal asamblea constituyente, el presidente Pedro Castillo, el que se llena la boca hablando de democracia ante la OEA, ha salido ayer con una grave amenaza. Ha dicho que “tomarán medidas con el pueblo”, lo que aporta a la idea de que el régimen está buscando cerrar el Legislativo a como dé lugar.

Por un lado, están las absurdas cuestiones de confianza planteadas por el impresentable del premier Aníbal Torres, y por otro el rodearse de “dirigentes populares” que “espontáneamente” piden al jefe de Estado cerrar el Congreso y atacan a la prensa que no le hace el juego al régimen inepto y corrupto del profesor. Como señalé días atrás en este espacio, el libreto ya está escrito. Solo falta que lo ejecuten en las próximas semanas.

Castillo, Torres y sus ministros no creen en la democracia. Eso es una farsa. Solo buscan cerrar el Congreso porque “el pueblo lo pide en las calles” para perpetuarse en el poder al amparo de una asamblea constituyente que les haga una Carta Magna a su medida. Es el sueño de Vladimir Cerrón, Guillermo Bermejo y todos esos congresistas que simularon alejarse de Perú Libre para formar sus bancadas, pero que siguen siendo oficialistas a morir.

En fin, qué se puede esperar de gente que postuló abrazando el “ideario” de Perú Libre, que no es otra cosa que un plan totalitario y ajeno a la legalidad que habría que preguntar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) cómo es que lo aceptó como propuesta política, cuando es un claro atentado contra el estado de derecho. Ahora estamos a poco de que ese mamarracho sea aplicado en nuestro país. Todo un desastre.

Y mientras tanto, en el Congreso siguen viviendo en otra galaxia, pensando en la quincena, el fin de mes, el chofer y el policía que los cuida. Para muchos legisladores, conservar eso es mejor que vacar a Castillo y convocar a elecciones sin que esta gente esté en el poder. Existe un proyecto de adelanto de comicios generales, pero todos miran a un costado. Dirán que por qué se van a ir antes de tiempo si la mamadera les puede durar hasta el 2026, ¿verdad?