GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Ayer se celebró el Día del Periodista Deportivo y aunque uno es periodista a secas, más allá del camino que haya elegido seguir, es importante resaltar que este nuevo aniversario llega en un momento álgido para el deporte nacional y que cada vez son más aquellos que pretenden que la prensa especializada solo se dedique a hablar de goles.

Es posible que esta percepción tenga su raíz en el comportamiento que buena parte del periodismo deportivo ha tenido en los últimos años; no obstante, pretender que en las páginas de un diario únicamente se hable de la práctica del deporte y todo aquello que tenga que ver con ella pasando por alto temas legales, casos de corrupción y de seguridad social es una aberración. Como se dijo líneas arriba, el periodismo es uno solo.

Hace poco, un trabajador de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) me manifestó su preocupación porque El Bocón, diario que dirijo desde hace más de dos años, “se ha convertido en un diario judicial”, a raíz de las notas y portadas dedicadas a la situación legal de Edwin Oviedo. Para él, los casos en los que ha sido implicado son “asuntos personales” que no deberían despertar interés alguno para la prensa deportiva. “La gente quiere ver fútbol, deporte, no temas judiciales, para eso hay otros diarios”, me decía. “Piensa en tus lectores”, sentenciaba como quien te honra con un sabio consejo.

Es triste imaginar que el consumidor de prensa deportiva es aquello que esta persona cree. El hombre que ocupa el cargo más importante vinculado al fútbol peruano está siendo involucrado con una presunta red de corrupción y tráfico de influencias, también con una a organización criminal, “Los Wachiturros de Tumán”, y se supone que a la gente que ama el fútbol no tiene por qué importarle nada de eso porque son “cuestiones personales”. A ese punto puede llegar la subestimación. O sea que, si mañana Gianni Infantino es vinculado con una presunta red de pedófilos, a la prensa deportiva no le debe importar porque son las cosas personales del presidente de la FIFA que nada tienen que ver con fútbol. Es decir que la prensa del mundo se equivoca al elaborar notas sobre las acusaciones de violación en contra de Cristiano Ronaldo, porque, claro, es su vida privada y no tiene nada que ver con la pelota. Así estamos, así de patética creen que es nuestra profesión.

El fútbol peruano y el deporte en general requieren de toda nuestra atención en esta época tan compleja e incierta. De nosotros depende que algunos se sacudan esa idea torpe de lo que debe ser nuestro trabajo y que se acostumbren de una vez a que la prensa deportiva no está diseñada para mirar a un costado ante la crisis.