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La elección del Defensor del Pueblo ha desatado la primera fractura en la bancada de Peruanos por el Kambio (PPK). Esto pese a que, tres días antes de la votación, Carlos Bruce aseguró que votarían en bloque. El propio Pedro Pablo Kuczynski pidió a sus 18 legisladores, en un almuerzo en Palacio, que apoyaran al que tuviera más consensos; y ese era Walter Gutiérrez.

Sin embargo, los ppkausas Lombardi, Costa, De Belaunde, Zeballos y Vieira desconocieron el acuerdo y se abstuvieron de elegir a Gutiérrez. Me comentan que Meche Aráoz puso el grito en el cielo. “Hay claramente dos bloques en la bancada”, dijo un resignado Juan Sheput. Es cierto, en el conglomerado ppkausa hay un ala caviar, que le hace guiños al Frente Amplio; y un ala liberal, que no le hace asco negociar con el fujimorismo en aras de sostener la frágil gobernabilidad del gobierno.

El argumento de los cinco “rebeldes” es que no hubo debate, pese a que el martes estaba claro que Gutiérrez se la llevaba de lejos. “Tiene una crisis en la cabeza”, dijo Lombardi de Sheput. “Está desinformado”, respondió el aludido.

Me temo que han salido a flote discrepancias ppkausas que vienen de la campaña. No diré nombres, por ahora, pero varios de los que hoy conforman esa bancada me dijeron, fuera de cámaras, cosas como “ese es un topo” (A sobre B, pues B apareció en una foto muy comentada en campaña); “investígalo, ese está metido con Orellana” (C sobre D, pues D tuvo cercanías con ese estafador); “es un caviar de escritorio” (E sobre F, cuando F tenía opciones de ser ministro).

El fujimorismo se debe estar riendo de este despelote.