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El problema de la Carretera Central y sus soluciones están marcando la agenda de los gobernadores regionales en el centro del país y ahora también de los candidatos al Congreso. Hay un consenso de impulsar la vía alternativa de cuatro carriles, que ya tiene perfil técnico. El Gobierno Central no ha tenido mucho interés en darle alas a esta megaobra, cuya inversión sería de más de 11 mil millones de soles. Ya el ministro de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo, había dicho a inicios de año que era complicado invertir en la nueva carretera desde Huaycán a La Oroya, que aliviaría el tránsito de la caótica Carretera Central.

La clase política y órganos empresariales tienen en claro que no van a desmayar en su intento de impulsar la vía de cuatro carriles “que le dará otro impulso a Junín y toda la región macrocentro”. Por ello, hasta han anunciado un paro regional si el presidente Vizcarra no responde a las expectativas. Sería otro foco de conflicto para el Gobierno.

En todo caso, si hay luz verde para este proyecto, que demoraría 4 o 5 años en ser realidad, debe haber otras soluciones para la Carretera Central, que está colapsada y donde no solo se pierden vidas humanas casi a diario por los accidentes, sino también se pierde mucho tiempo y dinero por las demoras producto del intenso tráfico. Como un dato complementario, hay que precisar que un promedio de mil quinientos camiones de gran tonelaje circulan por esta a 15 kilómetros por hora todos los días. ¿Hasta cuándo?