El gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, fue detenido en el marco de una investigación fiscal por los presuntos delitos de colusión, peculado, cohecho activo, entre otros, cometidos en su gestión.
En lo que va del proceso de descentralización, que se inició en 2002, es difícil hallar una región del país en la que sus autoridades no se hayan visto inmersas en investigaciones y que, incluso, hayan sido condenadas por hechos de corrupción.
La situación del izquierdista Cáceres Llica, otro de los “hijos del pueblo” que llegó con sueños de hacer una “revolución socialista”, es apenas una entre muchos casos.En Tumbes, por ejemplo, el gobernador regional desapareció horas antes que se dictara una sentencia de cuatro años de prisión efectiva en su contra. En Áncash, tres de los últimos cuatro gobernadores regionales están presos, mientras que el último electo tiene una condena de prisión suspendida. En en Junín son conocidos los casos en los que está inmerso Vladimir Cerrón y la lista sigue en prácticamente todas las regiones.
Pero, ¿qué se puede hacer para evitar esta pandemia de corrupción? La responsabilidad es compartida entre las mismas autoridades, los partidos políticos y los electores. El próximo año habrá nuevas elecciones regionales y municipales y está en los partidos políticos y movimientos regionales proponer buenos cuadros y a la ciudadanía le toca saber elegir a sus representantes.