En La Pampa, Madre de Dios, un territorio liberado en el que no hay ley, en ese infierno que ha generado la mineria ilegal, la trata de personas y la explotación sexual de mujeres, allí, en ese escenario del miedo y la  muerte, un popular cantante de cumbia, no tuvo la mejor idea de reafirmar una vez más la violencia contra la mujer que todos tenemos el deber de combatir. Bajo el pretexto de la diversión, la risa y el jolgorio, hace algunos días Tony Rosado, convocó a una de las asistentes a su concierto para subir al escenario y prestarse a un juego infame de exceso, burla y sobre todo de agresión en todas sus letras. Al ritmo de una de sus canciones, la seguidora del artista fue inducida a quitarse la ropa ante el público, no hubo límites, había que divertir a cualquier costo, aunque se tuviera que pisotear al ser humano. Aunque el intérprete trató de negar que fue quien promovió el despreciable hecho, las imágenes fueron contundentes, él desvistió a la mujer, en lugar de exigir prudencia. A las horas de viralizarse el video de Rosado, la ministra de la Mujer exigió una investigación al respecto y el Ministerio Público ya tomó cartas en el asunto, mientras que Rosado usó sus redes para lamentar lo ocurrido. " Quiero pedirle perdón a mi esposa, a mis hijas y en especial a la señorita que participó en este concurso. Les pido disculpas,  les pido perdón más que todo por todo lo que ha pasado. Por haber participado en este concurso que no debí hacerlo”,  dijo. Tony Rosado, no representa a la cumbia peruana, en el que hay muchísimos grupos e intérpretes que valoran su arte, Rosado, si bien tiene una carrera que lo respalda en el género, no ha sabido a la par, llevar una línea en el que debería haber entendido que el respeto al público es vital. El cantante decidió, como marca de fábrica, alentar el machismo sobre el escenario, insultar a la mujer como parte de su repertorio, agredir impunemente, y entre canción y canción insultar, en lugar de celebrar que la cumbia peruana goza de muy buena salud.  Tantas veces Tony, no es la primera que es protagonista de escándalos y que luego, dice estar arrepentido de lo que ha hecho, pero lo de hace algunos días en Madre de Dios, no es una humorada, tampoco parte del show, es un delito que las auoridades deberán evalular la sanción que merece.

TAGS RELACIONADOS