De ser cierto lo señalado por Nadine Heredia luego de que varios medios difundieron ayer la existencia de presuntas agendas suyas con contenidos comprometedores, en el sentido de que todo se trata de “documentos fraguados o construidos”, lo lógico hubiera sido que la esposa del presidente Ollanta Humala salga indignada a denunciar con pruebas un burdo andamiaje como nunca antes visto en la historia política del Perú, en lugar de mandar dos tímidos tuits en horas de la mañana.

Tampoco hubiera enviado a la televisión a un defensor como el congresista Santiago Gastañadui para que apele a la condición de madre de la señora Heredia, a fin de alertar sobre el peligro de que difunda el contenido privado de las agendas que se supone que son “fraguadas”. Y es que si el contenido de esas libretas que hace tiempo se comenta en las redacciones de los medios de prensa es falso, estamos ante un escandaloso y burdo montaje que habría que denunciar con total contundencia.

De otro lado, tanto Heredia como Gastañadui han tratado de poner en duda la solvencia moral del denunciante: el excongresista Álvaro Gutiérrez, quien tenía en su poder las famosas agendas. Tanto la Primera Dama como su congresista deberían recordar que este exlegislador que ellos cuestionan llegó al Congreso por el nacionalismo y que antes de criticar a los medios que lo toman como fuente, deberían ellos hacer un mea culpa por haberlo reclutado en sus filas en 2005.

Lo que le queda a la señora Heredia ante la aparición de estas agendas es aclarar su comprometedor contenido o en todo caso demostrar que lo que ahí se indica, incluso las cuentas por varios miles y hasta millones de dólares, es un montaje hecho para perjudicar al humalismo. Es lo que toca, en lugar de mandar un par de tuits y apelar a los hijos que, de otro lado, no dudan en ser mostrados para apoyar un tema polémico en extremo, como es la legalización del aborto en casos de violación.

Mientras tanto, el Ministerio Público debe hacer lo suyo con estos escritos de la Primera Dama, pues es evidente que hay indicios para abrir nuevas investigaciones sobre los recursos que ha manejado desde que ingresó a la política junto con su esposo. Ojalá nomás que el trabajo de los fiscales no se vea frenado por nuevos hábeas corpus presentados por la señora Heredia. La cosa es grave y las jugadas legales no deberían tener cabida en estos hechos.