​La descentralización que no espera más

Pedro Pablo Kuczynski prometió un “ministerio para las regiones” para dar señales de que estaba dispuesto a impulsar la alicaída descentralización. Llevaba de lugarteniente a un exgobernador, pero no bastaba para dar señales de que “la conocía”. Entonces se mandó a la promesa del “ministerio propio”, pero eso es un error. Armar el ministerio de marras no solo será costoso en dinero, sino también en tiempos. Hay una forma más simple. Reactivar el ya creado Consejo Nacional de Descentralización (CND), que tiene su partida de nacimiento en la Ley de Bases de la Descentralización del año 2002 (Ley 27783). No tiene que consultar al Congreso, sino sencillamente reactivarlo y reorganizarlo, eso sí.

El CND fue creado para dirigir el proceso de descentralización y no dejarlo a la deriva, como erróneamente piensan algunos que se hizo. Su misión era llevarlo a buen puerto sin dejar que los gobernadores y alcaldes corrieran “por la propia”, a su cuenta y riesgo. Era además un espacio de coordinación de los tres niveles de gobierno. Lamentablemente, la bronca que en su momento enfrascó a Perú Posible y al APRA terminó convirtiéndolo en herramienta política por Toledo hacia 2004 y luego por disolverlo ni bien entró García en 2006.

Ahora es tiempo de reactivarlo, colocar ahí a una persona que no solo conozca el tema, sino que lo viva, que lo sienta en el alma. Y hacerlo jugar en pared con un premier que también debe compartir esa mística.