En los medios de comunicación, especialmente en la televisión local, es frecuente ser testigo de que la edad de una persona se toma como motivo de broma, pretexto para la diversión fácil y lo peor, como arma para atacar a otro sin saber que se está cometiendo edadismo; término que se refiere a la discriminación por edad. Según un informe que recogemos de la Organización Mundial de la Salud, el edadismo se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas provocando daños, desventajas e injusticias. Puede adoptar muchas formas, como prejuicios, discriminación y políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas. Pues bueno, aunque parezca que estas prácticas se han desterrado de la pantalla chica, tomemos solo un ejemplo para darnos cuenta que siguen vivas y hasta se han normalizado. Sintonicemos diariamente el programa “América Hoy”, para comprobar que no hay secuencia en la que a Janet Barboza no le recuerden su edad para descalificarla supuestamente en aras de mantener el ritmo del programa. Lo peor de todo, es que de tan recurrente el tema, hasta los invitados del espacio también apelan a la edad para atacarla cuando se trata de enfrentar una polémica. Es sencillo diferenciar que, dentro de un espacio, se mencione la edad de una persona para resaltar la experiencia y sabiduría, eso es positivo, otra cosa muy distinta es usarla para la descalificación y para recordarle, que en este caso, una conductora ya está pasada de moda y  que su tiempo ya culminó. Quizás muchos dirán que es exagerado mencionar como negativos este tipo de discursos televisivos, pero hay que entender que en estos tiempos, es muy importante que quienes se encargan de generar contenidos para la señal abierta, deben estar conscientes que ante el gran público esos mensajes calan y reafirman estereotipos que no ayudan a exigir un trato justo para hombres y mujeres. Lo más anecdótico es que Gisela Valcárcel, la dueña de la productora que está detrás de  “América Hoy”, a sus recién cumplidos 60 años es el vivo ejemplo de que la edad no es ningún impedimento para seguir vigente como exitosa empresaria y conductora de televisión. Todo lo contrario a lo  que se escucha en el magacín matutino cuando se refieren a Janet Barboza. Siempre es bueno replantear propuestas en aras de mejorar lo que se le ofrece a los televidentes. A tomarlo en cuenta.

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