Se ha puesto énfasis en la hoja de vida de los candidatos y se hace la mar de acusaciones y debates sobre los temas formales: que si hizo estudios completos de secundaria, que si los cursó en tal o cual universidad, si copió o no copió la tesis, etc.

Así, se deja de lado lo principal: la biografía personal, el despliegue que cada uno ha tenido frente a los problemas álgidos que se presentaron en el país.

En las últimas décadas, el Perú ha soportado dos dictaduras, una de Velasco y otra de Fujimori. En ambas se canceló la democracia, que es el sistema dentro del cual los candidatos se comprometen a regir al Perú.

Entonces, es por demás pertinente preguntarles: ¿QUÉ HICISTE DURANTE LAS DICTADURAS QUE SE INSTALARON EN EL PERÚ EN ESAS OPORTUNIDADES? ¿Luchaste para liberar a los peruanos de ese agravio o te refugiaste en tu vida privada, haciendo negocios, trabajando para hacer más dinero o no enfrentándote para que no te incomoden, te fuiste al extranjero para seguir con tus negocios, fuiste funcionario de esa dictadura? ¿Te diste siquiera cuenta de que estábamos, en el caso de Fujimori, frente a un régimen que en el mundo ha sido considerado, además de las violaciones a los derechos humanos (esterilizaciones, asesinatos, encarcelamientos), como el sexto gobierno más corrupto del mundo?

Si ni te diste cuenta ni luchaste, ¿cómo pretendes tener pergaminos para poder dirigir a la Nación?

¿Qué hizo Keiko Fujimori, que formó parte del clan; que hizo Kuczynski; que hizo Acuña; que hizo cada uno de los candidatos? Eso es lo primero que hay que preguntar.

La vida no es un paporreteo de conocimientos. Es un devenir de actitudes y quien se portó miedoso, cobarde o acomodado -a mi criterio- no tiene biografía para presidir la Nación.