Mientras una minoría política arrasa nuestro ordenamiento jurídico, con renovados y vergonzosos pactos de impunidad, el calentamiento global, sin pausa, hace lo propio en nuestro país y en todo el planeta.

Las lluvias extremas y las inundaciones catastróficas se presentan como más próximas ante la inacción global de las minorías gobernantes y la negativa de los dueños de las grandes industrias y financieras a lograr la transición a las energías renovables.

Es así como el mundo está transformando sus nevados más importantes, provocando lluvias extremas, agravando las inundaciones peligrosas, como las que devastaron varios países asiáticos el año pasado, además de causar la escasez de agua a largo plazo.

Por enésima vez los científicos vuelven a alertarnos que las fuertes lluvias en las montañas siguen causando más problemas que las mismas grandes nevadas, las inundaciones, los deslizamientos de tierra y la erosión. No es, pues, un problema a futuro, tampoco es ciencia ficción.

No. Los informes científicos nos demuestran repetida y actualizadamente que todo ello ya está sucediendo. Catástrofe global que es fácil constatar por lo que vemos y soportamos a diario. Los años venideros serán decisivos.

¿Habrá más sufrimientos por tener políticos zoquetes y corruptos dedicados a todo menos a implementar urgentes cambios que aceleren el cambio de modelo de producción y energético para frenar la actual crisis climática?