Lamentables los últimos hechos registrados en la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann de Tacna (UNJBG), cuyas autoridades fueron expulsadas por los estudiantes ante su intención de desconocer los resultados de las elecciones del lunes 26, proceso que contó con la participación mayoritaria de la comunidad universitaria.

El saliente rector y sus funcionarios escaparon por las ventanas para ponerse a buen recaudo ante el reclamo de los jóvenes universitarios, quienes así exigían el cumplimiento de la adecuación de la nueva Ley Universitaria 30220, proceso que busca el cambio en el manejo de los centros superiores de estudios del país para dar educación con calidad.

Desde que se promulgó la referida ley, el 9 de julio de 2014, varias universidades lograron adecuarse e implementar las nuevas exigencias estipuladas, sobre todo llevando elecciones democráticas para nominar a las autoridades que gobernarán en los siguientes 5 años con un plan coherente que permita su transformación.

El desafío que deben asumir los elegidos para manejar estos centros es interesante, pues uno de los objetivos que busca la ley es mayor rigurosidad en la enseñanza académica para la formación de nuevos profesionales que egresen, con lo cual en poco tiempo se tendrá una generación de personas formadas acorde a los cambios.

La innecesaria resistencia mostrada a la norma, por ciertas autoridades que por años controlaron el poder de las universidades, va camino a ser desplazada en un ambiente democrático que concluirá en todas ellas antes de finalizar el año; de lo contrario, afrontarán problemas en 2016. A cumplir la ley.

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