Luego de 6 meses de prisión en una cárcel de Madrid, el exjuez César Hinostroza fue liberado de forma provisional. Para muchos, es un duro revés en la lucha contra la corrupción; ya que este es sindicado como cabecilla de la organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto”. El comentario generalizado es que si ya se fugó del Perú, es lógico que también lo puede hacer de España, evitando así el proceso de extradición. Esta versión cobra fuerza luego de que el exmagistrado dijo hace pocos días que regresar al territorio peruano sería una “condena de muerte”.
El Estado peruano ha salido debilitado con esta decisión de la Sala Penal de la Audiencia Nacional de España, por lo que ahora toca ser más firme en las acusaciones contra Hinostroza y acelerar el trámite para traerlo cuanto antes a nuestro país a fin de que someta a la justicia peruana. La Fiscalía debe estar muy atenta a los siguientes pasos que se darán en España. Se habrá perdido la batalla, pero no la guerra contra la corrupción.
Aunque en España consideran que el riesgo de fuga ha disminuido y por eso le han dado la libertad provisional, se espera que finalmente la justicia en ese país esté del lado de la ley. Esta decisión no exculpa al exjuez de los presuntos delitos por los que se le investiga. La lucha contra la corrupción debe ser una prioridad en todos los países del mundo.
Esta medida judicial en Europa puede ser interpretada como un obstáculo para los intereses peruanos, pero lo importante es que el esfuerzo de nuestro Estado debe enfocarse en extraditar a César Hinostroza sin demoras ni distracciones.