La lucha del general Flores
La lucha del general Flores

Desde hace pocas horas la Policía Nacional cuenta con un nuevo director general, el general PNP Jorge Flores Goicochea, quien tiene por delante una tarea inmensa no solo contra la delincuencia común y el narcoterrorismo, sino también ante los malos elementos que se encuentran en sus filas y que son los responsables de que cada vez haya más personas que tengan una percepción negativa del trabajo de la institución, pese a tener muy buenos elementos.

Resulta positivo que el general Flores Goicochea no haya sido señalado hasta ahora por tener alguna mancha en sus años de servicios, como sí sucedió con su antecesor, el general Raúl Salazar, quien al momento de asumir el cargo ya era famoso por la cena en Las Brujas de Cachiche y por el hecho de que para hacer posible su nombramiento se tuvo que mandar a su casa, por razones nunca aclaradas, a 29 generales que todavía tenían mucho para darle a su institución y al país.

Más bien, se sabe que el nuevo jefe policial estuvo al frente de la Inspectoría de la Policía Nacional y que desde ese puesto fue implacable con los elementos corruptos y sinvergüenzas, a varios de los cuales sancionó y mandó a su casa, como debe ser, con el vital objetivo de erradicar a quienes son una carga para su institución y el país entero, que no logra aún tener una Policía eficiente y con agentes honestos que den confianza a los ciudadanos.

Irónicamente, la fama de recto e implacable del general Flores Goicochea debe de llevarlo a vivir cuidándose las espaldas en la Dirección General de la Policía Nacional, pues no sería novedad que si quiere hacer las cosas bien, choque con algunas de las mafias enquistadas en la institución, como por ejemplo las que suelen operar en las compras de combustibles, medicinas, uniformes, rancho u otros, y le hagan imposible la vida y la gestión.

Es que desgraciadamente en nuestro país un jefe policial con ansias de hacer una buena gestión no solo tiene que luchar contra el "frente externo", que son los delincuentes de todo tipo que están en las calles de este país, sino también con los que hay adentro, los de uniforme, que son peores porque buscan perpetuar mafias que han hecho mucho daño a los buenos policías y a los ciudadanos, que sueñan con una institución que de verdad les sirva.

Es obvio que el nuevo titular de la Policía Nacional no va a acabar con el hampa externa e interna, pero puede avanzar mucho si se lo propone. Es de esperarse que el general Flores Goicochea tenga el respaldo no solo del Ejecutivo para hacer un buen trabajo, sino también de Congreso, del Poder Judicial, del Ministerio Público, de los alcaldes y de todos lo que deben de asumir como suya la lucha contra la inseguridad en las calles.

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