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En los últimos ocho Sudamericanos Sub-20, Perú ha debutado únicamente en dos ocasiones con triunfo. La segunda de esas veces fue el último viernes ante Uruguay en el certamen que se celebra en Chile y que define a los clasificados para el próximo mundial de la categoría.

El triunfo por sí solo ya constituye un punto de partida valioso y, frente a las estadísticas, atípico. Perú comenzó con el pie derecho, derrotando nada menos que al país que campeonó en el último Sudamericano. Pero la efervescencia del triunfo, hasta cierto punto justificada, no debe nublarnos la vista, pues quien haya analizado el partido tendrá claro que, si bien esta victoria sirve para sonreír y avizorar, los errores exhibidos en esta primera presentación urgen ser corregidos de inmediato, si se pretende ingresar al grupo de los clasificados.

El primer tiempo del equipo que dirige Daniel Ahmed fue una oda a la imprecisión. Era claro que algo de ansiedad embargaba al plantel, pero la falta de contundencia era abrumadora. Con poco, Uruguay dominó a placer y fue el equipo que más cerca estuvo de ponerse en ventaja. Lo de Perú se redujo a situaciones aisladas, como un tiro libre de Távara que pegó al palo, pero la inconsistencia fue palpable.

Ya en el segundo tiempo hubo más soltura y despliegue, Perú recibió un penal que nunca existió y Pacheco puso el de la victoria. En adelante se vio lo más cercano a un estilo, el de la pelota abajo y el buen toque, el mismo que la selección absoluta pretende exhibir y que nos lleva a pensar que dejó de ser una simple característica para convertirse en una propuesta continúa de nuestras selecciones.

Con la ventaja, Perú estuvo más cómodo, pero hay taras que cuesta mucho erradicar. Los minutos finales, a pesar de ser de dominio nacional, desnudaron esa tendencia a volvernos permisivos en defensa, o mostrarnos negligentes al momento de evitar que la victoria se nos escape. Ya sea por las buenas intervenciones del portero Emile Franco o, en la mayoría de las veces, por la displicencia uruguaya, la bicolor pudo mantener la ventaja hasta el final. Con un triunfo el martes contra Paraguay podría definirse el pase al hexagonal final. He ahí, en gran parte, lo fundamental de este arranque; pero, como se dijo al inicio, se necesita corregir urgente todo aquello que nos puso en riesgo ante Uruguay, de lo contrario, solo restará apelar a nuestra suerte.