El ambiente musical en el Perú, la semana que termina, estuvo marcado por mediáticos desencuentros en los que estuvieron involucradas populares figuras de la industria. Una de ellas, Daniela Darcourt, denunció que el video de su tema “Señor mentira” fue retirado de su canal en YouTube, en lo que consideró un complot en su contra, y aunque en principio no señaló el nombre del responsable, luego acusó a su exproductor Master Chris como el responsable, Inmediatamente, el conocido profesional salió a desmentirla y reveló que todo se trató de un asunto de reclamo de derechos del que no era responsable y calificó a la cantante peruana como irresponsable, por acusarlo sin pruebas.
Casi en los mismos días, para seguir con la polémica en la escena local, se supo que Deyvis Orosco había presentado una queja en el Indecopi, para evitar que su primo Bill Sánchez Orosco, inscriba su grupo musical. En su justificación, consideró que la solicitud de su primo es “deshonesta y desleal”, y además genera confusión entre sus seguidores debido a que ambos comparten el apellido Orosco. Su primo hermano lo calificó, prácticamente como mezquino y además reveló que además, le había prohibido cantar los temas de su tío Johnny Orosco.
Para rematar una semana de conflictos, peleas y denuncias, el compositor peruano José María Yzazaga, autor de la cumbia “El Cervecero”, exigió a Pamela Franco y Christian Cueva el pago de 300 mil soles regalías por el uso no autorizado y las modificaciones realizadas a su obra. Tras ese impresionante pedido, el creador del tema, el futbolista y su novia llegaron a un acuerdo para seguir interpretando el tema. Tres conflictos que nos presentan una realidad de la que no pueden escapar, especialmente, quienes son integrantes de la industria musical. Por ejemplo, todo lo relacionado a derechos de autor, interpretación y producción que ahora involucran a las plataformas y redes sociales, han generado nuevos escenarios que deben ser conocidos al mínimo por cantantes, compositores y productores, para evitarse ingratas sorpresas.
En asuntos de los derechos que tienen los creadores, uso de nombres, entre otros, hay una legislación vigente que no debe desconocerse. No basta con pararse frente a un escenario, cantar y listo, hoy más que nunca se deben conocer las viejas y nuevas reglas que se mueven en la industria musical.