Hasta ayer, a dos días de su lanzamiento, el tema “Monotonía” de Shakira había alcanzado 40 millones de vistas en la plataforma musical YouTube. La cantautora no tuvo mejor idea que capitalizar su mediática separación de Gerard Piqué para escribir una canción que le contara al mundo las razones de una de las rupturas sentimentales más comentadas de los últimos tiempos. “Nunca dije nada, pero me dolía, yo sabía que esto pasaría. De repente ya no eras el mismo, me dejaste por tu narcicismo”, dice parte de la letra de un tema que no es el primero que la colombiana dedica a exparejas; antes lo hizo con “Tú”, “Antología” y “Día de enero”. Y es aquí cuando vuelve nuevamente la eterna discusión sobre el respeto que exigen de su vida privada los integrantes de la industria del entretenimiento y el uso que ellos mismos hacen de ella. La diva colombiana confesó que estaba harta del acoso de los reporteros a ella y sus hijos, que no dejan de seguirlos, mientras que para relanzar su carrera musical previo a una gira mundial, no le importó desgranar su drama en una canción y en un video por demás explícito. Para lograr millones de vistas, descargas en plataformas, portadas en diarios y webs, allí sí exploto mi vida, pero no se atrevan a tocar el tema en entrevistas porque es una herida que aún duele. Y esta conducta ante los medios no es única de Shakira, también la comparten populares figuras mediáticas que desde sus historias de Instagram presumen el romance de moda, o si no lo hacen das pistas del prospecto de pareja, muestran lo que comen, lo que visten, a los lugares que van, y luego ponen cara de pocos amigos cuando alguien se atreve a preguntarle acerca de todo lo que ellos mismos pusieron en bandeja. Shakira, y cualquier otra figura del espectáculo, sabe muy bien cómo funciona la industria y cada paso que da está analizado al detalle y calculado, mientras ellos todo lo aprovechan, sus seguidores sufren y hasta sacan cara por sus tragedias. No pretendemos negar que los artistas son seres humanos y sufren como cualquier otro mortal, pero lo que hay que recordar siempre es que muchos de ellos, especialmente los que están en el olimpo de los divos, saben sacarle provecho a todo, mientras millones de seguidores se la creen todo y ponen el pecho por su ídolo de moda.