Alianza Popular es la unión de dos partidos, ayer adversarios, para la gobernabilidad y para el crecimiento con seguridad, educación y justicia. Es una alianza con la clase media y los más pobres, con las Pymes, para su desarrollo sin Sunat persecutoria; con los jóvenes para su profesionalización y empleo; con los asentamientos humanos para su titulación, agua potable, pistas y veredas. Con las comunidades andinas para el canon comunal.

Hoy, la producción y el empleo declinan, crece el déficit fiscal y nos amenazan la delincuencia y la desconfianza. Por eso nuestro programa es la unión, porque el país, cansado de insultos y enfrentamientos, exige responsabilidad y experiencia. La política ha perdido credibilidad y espacio, el Estado es indiferente, lento, y hasta enemigo del emprendedor. Por eso, nos unimos con el pueblo para rescatar la política responsable y evitar otro capítulo de aventura o improvisación.

La ideología de nuestros partidos tiene por objetivo el ser humano y la superación de la miseria. La democracia social de Haya de la Torre afirmó la libertad, el fortalecimiento nacional antiimperialista y la justicia social para los que menos tienen. El social cristianismo tiene por raíz las encíclicas papales para las que la actividad económica debe encuadrarse en un orden jurídico que promueva la libertad integral del ser humano y la difusión de la propiedad para todos.

Esta coincidencia se expresó en la Constitución de 1979, que permitió el rescate de la democracia y es reconocida por su avance en los derechos humanos y sociales. Ahora, los mismos dos partidos se unen en la Alianza Popular para cumplir metas concretas en favor de la mayoría. Es una alianza con los campesinos y comuneros para que, con el canon comunal, participen en la riqueza minera, pues es injusto que, muchas veces, la mayor pobreza se concentre en las zonas mineras. El canon comunal permitirá la compra de tractores y camiones, las obras en canales y represas directamente ejecutadas por los pobladores sin demoras burocráticas. Además, la educación superior de sus hijos.

Es una alianza con los asentamientos humanos no titulados para modificar la legislación y avanzar velozmente en la titulación que dará valor a un millón de viviendas que no existen ni ante la ley ni ante los bancos. Eso multiplicará el patrimonio y el crédito, apoyando el emprendimiento popular en esas zonas. Es una alianza con las pequeño y microempresas para su formalización sin una Sunat persecutoria, con crédito, compras estatales e innovación tecnológica.

Pero también, una alianza con todas las instituciones y grupos que trabajan en la seguridad. Con la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, el Serenazgo, la vigilancia privada y las rondas campesinas para comandar su trabajo y, con los alcaldes y en doce meses, reducir la inseguridad como lo exige el país. Una alianza con los padres y los maestros del Perú para reiniciar, de verdad, la transformación meritocrática de la educación con evaluaciones y capacitación.

Alianza Popular es una alianza con la juventud para su profesionalización y titulación, para financiar sus iniciativas; para ayudarla en su primer empleo sin recortar sus derechos laborales, para convertir sus organizaciones culturales y deportivas en núcleos de difusión del deporte y de construcción de la infraestructura de sus distritos. Para ofrecer a los jóvenes mayores espacios de comunicación digital y de libertad, porque ellos serán los promotores del Estado on line, desde el hogar y sin papeles ni colas, gracias a las nuevas tecnologías.

Es una alianza para crecer más del 6% anual, sin las trabas actuales, con más libertad e inversión, con más empleo y consumo. Recobraremos la confianza de quienes producen y crean, para que el sistema internacional con tecnologías y capitales vuelva a ver al Perú como un país competitivo y ejemplar en el crecimiento y la modernización. Ya fuimos el país de mayor reducción de la pobreza en Latinoamérica, y volveremos a serlo con Alianza Popular, que es unión y liderazgo. Hechos y no palabras. Hicimos muchas obras, pero unidos haremos muchas más.

Dice el Eclesiastes: “Mejores son dos que uno, porque si cayeren, el uno levantará a su compañero”. El pueblo lo sabe y por eso respaldará esta unión hecha por el bien de la patria y por el bienestar del pueblo.