Las encuestas publicadas en los últimos días ratifican la dura realidad por la que atraviesa la popularidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski a solo seis meses del inicio de su mandato. Según Ipsos y GFK, su aceptación sigue cayendo, con lo que en muy poco tiempo va perdiendo el apoyo de la calle, esa que debía ser el contrapeso a la mayoría fujimorista del Congreso que ya demostró su poder con la censura del ministro de Educación, Jaime Saavedra.

El presidente Kuczynski viene mostrando una clara tendencia a la baja, quizá muy acelerada para estar a solo seis meses del inicio de su gestión, la cual parece no haber tenido la “luna de miel” con que se inicia una nueva administración en Palacio de Gobierno. Recordemos que algo así le sucedió a Alejandro Toledo en 2001, con los resultados que todos conocemos: niveles de aceptación de ocho por ciento en algunos momentos de su quinquenio y constantes pedidos de vacancia.

Como señalé en el primer párrafo, se supone que el actual gobierno, al no tener mayoría en el Congreso -como sí lo tenía Toledo con el apoyo de su aliado Fernando Olivera- , debía apoyarse en la gente de a pie. Lamentablemente, con sus acciones, omisiones y falta de empatía, el respaldo ciudadano se viene en caída libre en medio de grandes problemas que no encuentran solución, como el de la violencia en las calles y la corrupción.

Ojo que el panorama a futuro no es nada positivo para el Gobierno. Recién se comienza a destapar el caso Odebrecht y el de otras constructoras brasileñas, el cual también podría salpicar al presidente Kuczynski y a algunos de sus ministros que participaron en el gobierno de Toledo. Esto sin duda pasará la factura, así como una economía no muy promisoria, con proyectos como Tía María y Las Bambas con serias dificultades por los conflictos sociales.

El presidente Kuczynski y su gobierno la tienen difícil. Unos dicen que es por falta de liderazgo, otros que no comunica bien. Hay quienes afirman también que esta administración no tiene un norte definido y que afronta los problemas como van viniendo, con los resultados que vamos viendo en las encuestas. Vamos recién seis meses y falta mucho. Ojalá que se tomen acciones que den la esperanza que comenzaremos a ir por un buen camino, por el bien del Perú.

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