Todos los peruanos sabemos que nuestro país es un territorio sísmico. Nuestra historia está llena de dramáticas ocasiones en las cuales los efectos de un sismo han significado un doloroso momento lleno de pérdidas humanas y destrucción, que nos han llevado a difíciles etapas para el país, pues toda recuperación se prolonga en el tiempo y requiere de mucha inversión, consumiendo recursos necesarios, por lo tanto, frena el desarrollo y genera pobreza.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que un sismo es un fenómeno natural, una demostración que nuestro planeta es un ser vivo y que humanamente no podemos llegar a controlar, pero tenemos el recurso de esforzarnos por conocer y comprender a la naturaleza, y con pleno conocimiento desarrollarnos en armonía, disminuyendo el impacto de los fenómenos naturales.

En el Instituto Geofísico del Perú (IGP) desde la ciencia geofísica se desarrolla el esfuerzo continuo por generar mayor conocimiento sobre nuestro planeta, es así que tenemos a cargo la vigilancia de la actividad sísmica y la volcánica en el territorio peruano, la cual se desarrolla mediante la operación de la Red Sísmica Nacional, designada como la fuente oficial de la información sísmica del Estado y esta constituida por un conjunto de más de 300 instrumentos sísmicos, distribuidos en todo el territorio nacional, destinados a vigilar de manera permanente los procesos naturales asociados a la actividad sísmica y volcánica, generando información precisa, confiable y oportuna enfocada en la Gestión del Riesgo para la sociedad mediante el Centro Sismológico Nacional. La Red Sísmica Nacional es un resultado del esfuerzo por hacer ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.

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