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El Congreso de la República ha vuelto a tomar distancia del Ejecutivo. Por otro lado, tiene un reto mayúsculo luego de que la titular del Ministerio Público, Zoraida Ávalos, presentara una denuncia constitucional contra el fiscal Pedro Chávarry.

Mientras el presidente Martín Vizcarra respaldaba la iniciativa del Gobierno para que la Corte Suprema decida el levantamiento de la inmunidad parlamentaria, la mayoría de la Comisión de Constitución del Congreso le cerró el paso y le dijo “no”, porque se trata de una facultad política. Ello origina que en esta coyuntura se hayan instaurado dos mundos políticos. Resulta evidente que esta pugna es alentada por el protagonismo de ambos poderes.

En tanto, algunas voces en el Parlamento advierten que la denuncia de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, contra Pedro Chávarry no se puede admitir por ahora en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, debido a que este mismo caso ya fue archivado. Parece que se avecina otro impasse y un nudo de declaraciones que postergarán hasta sabe Dios cuándo este desenlace.

El jefe de Estado también se ha manifestado sobre este caso y enfatizó que “las sanciones que correspondan deben aplicarse en el momento adecuado, para evitar situaciones como la del exjuez César Hinostroza”. Sin embargo, más allá de su punto de vista, lo mejor será que no interfiera en ello; ya que debe ser respetuoso de la independencia de poderes. Lo que sí es cierto es que el Congreso debe demostrar imparcialidad y actuar con rapidez para dar respuesta al pedido de la fiscal de la Nación

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