Circula por las redes un video que se ha vuelto viral titulado “la revancha”. En él, un joven orador lanza una soflama contra el pasado 2020 asegurando que este año que recién empieza será el escenario en el que la humanidad saldrá adelante, imponiéndose al annus horribilis que acaba de terminar. Es cierto, el espíritu humano es capaz de sobreponerse a todo, a la crisis y a la pandemia. Si una enseñanza nos queda de la resaca de todo lo vivido es que la vida bien vivida te da la oportunidad de tener no una sino varias revanchas. Vivir es luchar contra tus propios errores. Militia est vita hominis super terram.

La propia vida es una revancha con fecha de caducidad. En efecto, ¿qué es más humano que comenzar y recomenzar? Si algo nos define como especie es esa inmensa voluntad de rectificar, de combatir en contra de aquello que nos hace daño o nos indigna. La vida lograda consiste en no volver a cometer los mismos errores del pasado. Sí, la persona es un ser que “recupera lo perdido”, como sostiene el diccionario cuando define qué es una revancha. Se equivoca profundamente quien piensa que somos incapaces de cambiar. Para pelear contra tu circunstancia primero tienes que luchar contra ti mismo.

Hay que vencer al error ya conocido. Por eso, vive plenamente el que no tropieza con la misma piedra, el que lucha contra la levedad y la molicie, signos claros de la capitulación final. La revancha vital es necesaria, porque la auténtica victoria siempre es contra uno mismo. Vence el que se derrota de verdad.