La flota industrial para la pesca de anchoveta en nuestro país está conformada por alrededor de 800 embarcaciones; de las cuales, 350 embarcaciones son de acero y 450 embarcaciones corresponden a la flota de madera, formalizada bajo la Ley 26920.
Esta actividad brinda trabajo formal y decente a más de 18 mil pescadores y miles de puestos de trabajo indirectos, a lo que suman más de 3,500 MYPES que brindan servicios a este sector.
Todos los actores del sector pesquero industrial son conscientes de que el presente y el futuro de esta importante cadena de valor depende directamente de nuestro principal recurso: la anchoveta; y, para asegurar su sostenibilidad a largo plazo, venimos trabajando juntos de manera permanente y con demostrada efectividad a través de los años, promoviendo mecanismos de control y regulación que contribuyen con el desarrollo de una actividad sostenible reconocida a nivel nacional y mundial.
Por ello, es importante que, en esta segunda temporada de pesca, las autoridades consideren la situación por la que estamos atravesando este año, incluyendo las condiciones anómalas que impidieron la apertura de la primera temporada y que han generado una grave crisis en todos los actores del sector: grandes, pequeños y medianos.
Como es natural, cuando estas dificultades se presentan, lo más importante es el diálogo abierto y transparente para encontrar soluciones a la crisis; siempre respetando la regulación, los argumentos técnicos y científicos; pero sobre todo priorizando la sostenibilidad del recurso. Y eso es lo que siempre promoveremos. Ello implica la necesidad de contar con una permanente actualización de los parámetros para el aprovechamiento del recurso con la finalidad de una oportuna toma de decisiones; asimismo, que la regulación de la actividad responda de manera adaptativa y oportuna para un adecuado equilibrio entre las necesidades económicas y sociales, y el aprovechamiento sostenible del recurso. Esperamos que así sea de acá en adelante.