Si en el Perú hay un político demasiado “afortunado”, ese es sin duda el expresidente Martín Vizcarra, quien pese a las acusaciones directas, con pelos y señales, de que recibió coimas en efectivo a cambio de obras en la región Moquegua en los tiempos en que era gobernador de esa jurisdicción, hasta el momento el hombre no ha pisado la cárcel ni por un minuto.
Lo señalamos porque en el pasado, varios personajes, por la mitad de lo que se sindica a Vizcarra, han tenido que pasar al menos por prisión preventiva. Incluso Keiko Fujimori, que no ha sido funcionaria pública, estuvo presa en tres ocasiones. Nadine Heredia, igual. Sin embargo, este señor, que ha sido gobernador y que ha sido señalado hasta el cansancio de coimero, sindicaciones por las que fue vacado del cargo de presidente del Perú, anda libre y encima queriendo hacer vida política.
Si se aplican los estándares que se han aplicado a otros, en que por una simple sindicación el Ministerio Público pedía cárcel y de inmediato el Poder Judicial aprobaba, hace rato Vizcarra debió ser encerrado. ¿Qué ha pasado acá? Alguien debería dar una explicación a estos hechos que hacen creer que la justicia no es igual para todos.
Algo no calza acá, por lo que el Ministerio Público que tiene miembros a los que les gusta hablar bastante ante las cámaras, debería dar una explicación.