La trinidad humalista
La trinidad humalista

Nuevamente, el presidente Humala se siente incómodo con las investigaciones de la prensa. Dijo que era mezquino cuestionar la presencia de los gobernadores en las celebraciones por el resultado de La Haya. Obviamente esquivó responder un pequeño detalle: que los funcionarios públicos aparecieron con polos y banderolas de su partido, como ha sido demostrado gráficamente en la investigación.

Es correcto que el Presidente invite a funcionarios públicos a una celebración en Palacio de Gobierno. Es malo que los haga pasar como si fueran una espontá-nea manifestación partidaria. Hay pues en Palacio de Gobierno una confusión entre Estado, Partido de Gobierno y Familia Humala-Heredia. A modo de ver del presidente Humala las tres son personas distintas, pero una misma a la vez.

"Yo los he invitado, ¿cuál es el problema?", dice el Presidente retando a la opinión pública. El problema, señor Presidente, es que el Estado no es suyo ni de su familia, y usted no puede invitar funcionarios públicos y hacerlos pasar como si fueran una barra partidaria.

Es claro que usted se confunde entre su familia, su gobierno y su partido. Y no puede distinguir que son cosas distintas. Usted cree que el Estado es de su gobierno, el gobierno es de su partido y el partido es de su familia. Entonces de ahí que sostenga que tiene un "gobierno familiar". Pero su lógica está equivocada.

Cuando se confunden Estado, partido y familia del Presidente estamos ante una visión autoritaria que terminará dependiendo de la voluntad de una persona. No hay respeto a las instituciones ni a las leyes, y por lo tanto se puede usar el presupuesto público para financiar actividades partidarias o las de su familia. Finalmente, en esa lógica, todos son lo mismo. ¿Cuál es problema, señor Presidente? Esperemos lo haya comprendido.